viernes, julio 03, 2015

La saturación de las redes sociales

Borré la aplicación de Facebook y de Twitter de mi celular. Y en las pocas horas que han pasado desde que lo hice me siento más tranquila. Solo dejé instalado el messenger de Facebook para que aquellos que lo usan como único medio para comunicarse conmigo puedan seguir haciéndolo. Twitter no es algo que me importe demasiado  porque la verdad no le pongo mucha atención y lo uso muy esporádicamente, pero Facebook se había tornado un vicio y más aún en el celular. No descarto entrar desde la computadora cuando lo necesite para chequear alguna cosa ya que lamentablemente allí también recibo información de la escuela y de cuestiones relacionadas a mi carrera y profesión.
¿Por qué tomé esta decisión? Porque me cansé. Pero no me cansé solo de Facebook, me harté de la gente en general. Y me cansé de que en Facebook todo el mundo es "experto" y "opinólogo" de absolutamente todo sin tener la más mínima idea de nada, que se conteste con agresión sobre cualquier tópico, que no pueda haber un intercambio de ideas y conocimientos sin que haya roces o situaciones de bullying. Me cansé de que se me juzgue por mis gustos y mis hobbies, que no pueda compartir las cosas que sigo o me gustan sin que me critiquen porque se cansan de que sea repetitiva con tal o cual tema. La verdad que mis espacios virtuales los uso para hacer catarsis y difundir todo lo que me gusta y disfruto y si tengo que andar peleándome con medio mundo y tengo que fumarme la negatividad que ronda en cada publicación, prefiero emplear ese tiempo y energía en cosas que sean constructivas, que sumen, que me den placer.

Hace 11 años cuando Facebook surgió tímidamente como la red social para Zuckerberg y sus íntimos nadie logró imaginar el monstruo en el que se iba a convertir. ¿Facebook es bueno o malo? Creo que simplemente es una herramienta, el buen o mal uso depende de quien la maneje. El verdadero problema reside en la masificación. Todo aquello que se masifica se termina pudriendo en tiempo record. ¿Por qué? Porque justamente cualquiera tiene acceso a algo que no sabe usar y por ende le termina dando un mal uso y ese mal uso hace que todo el sistema se corrompa y se caiga. Sucede con todo, pero la tecnología es el ejemplo más gráfico que tenemos a mano. Y cuando la masificación llega a su cénit, aquellos que originalmente le dábamos un uso responsable nos cansamos y nos vamos y así se repite el ciclo con otra cosa nueva que surge hasta que también se masifica.

Por momentos extraño los primeros tiempos de internet, cuando realmente el intercambio de información y de ideas era genuino y existía un respeto por el otro. Incluso había una netiquette con reglas de comportamiento dentro de internet. Hoy por hoy se siente como si una horda de salvajes nos hubiesen invadido con garrotes y se hubiesen apoderado de la civilización.

En lo que a mí concierne, las redes sociales me saturaron y me cansaron. Ya no tienen nada nuevo que ofrecerme y no las necesito para estar en contacto con la gente que realmente me importa. Lo que sí me aterra es el poder narcótico que tienen sobre la gente y lo digo a consciencia ya que yo fui víctima de ese mismo poder. Cuando uno logra más o menos despertar, se da cuenta del tiempo que perdió, de lo que no vió, de lo que no vivió, de lo que no presenció por estar pendiente de una pantalla y de notificaciones que no significan nada pero que a mucha gente les forja el ego y la autoestima. En un futuro no muy lejano los sociólogos y antropólogos van a tener un festín analizando a esta sociedad postmoderna que vive con la jeta clavada en una pantalla.

En fin, prefiero dedicarme a reflexionar en este espacio que considero mucho más acogedor y personal y en el cual no necesito ni un "me gusta" ni comentarios innecesarios.

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