domingo, noviembre 30, 2008

Animate! 08: Los preparativos

Wow! Ya pasó una semana que fuimos al Animate! de este año. Estos días se me pasaron como suspiro de mosca porque la verdad que el calor me dejó destruída más el cansancio del viaje, así que no hice nada. Sólo subí algunas fotos al fotolog y recién ahora comenzaré con la crónica que voy a dividir en varios posts para hacerla más llevadera.

El año pasado fuimos a este evento llamado "Animate!" que se llevó a cabo en agosto y la verdad la pasamos bárbaro. Así que este año sin saber bien cuando se iba a hacer, habíamos decidido ir como fuera. En julio con Fernanda fui al Tokyo Weekend y quedamos tan enganchadas con toda la movida de eventos que se estaban dando en Capital que de una decidimos que si íbamos a algún otro íbamos a quedarnos los días que durara para disfrutar más y no quedarnos tan cansadas.

La fecha del Animate la fueron pateando desde julio hasta que por bastante tiempo se consideró que se iba a hacer el 7, 8 y 9 de Noviembre. Pero no había nada oficial en ningún lado. Hasta que un día visitando el flog de Pinsmakers, me entero que ya había una fecha definida y que iba a ser el 21, 22 y 23 de Noviembre. A los pocos días de anunciarse el Animate, también surge la noticia del Animeku que va a ser ahora en diciembre. Todo esto empezó a gestarse a mediados de Octubre lo que nos otorgaba tiempo suficiente para planear el viaje.

Así fue como envié un email masivo a todos aquellos interesados para que se fueran enterando al tiempo que por mi parte fui buscando presupuestos de hostels en la zona de Recoleta donde iba a llevarse a cabo la convención. Después de tantas idas y venidas, terminamos conformando un grupo de 9 de los cuales Martín y Fernanda fueron sólo el sábado y el resto nos quedamos hasta el domingo. Averigué por lo menos en 4 hosteles y de todos el que mejor precio en relación con el servicio fue Petit Recoleta Hostel. Así que junté la plata para el depósito para reservar las habitaciones, las entradas que Leo iba a comprar anticipadas en Camelot y para sacar los pasajes.

De todas las empresas de colectivo que viajan a Capital Federal, en mi opinión la mejor en cuanto al servicio en general es Chevallier. Por la cuestión de los precios no hay tando drama porque todas las empresas están parejas. La cuestión era encontrar un coche que saliera lo suficientemente temprano como para llegar a tiempo para desayunar, ir al hostel a registrarnos y no caer tan tarde al evento. Y otro detalle a tener en cuenta era el de viajar en coche cama, porque después de la experiencia del Tokyo Weekend, donde fuimos en cama y volvimos en semi-cama, llegué a la conclusión que la mínima diferencia de precio en el pasaje hace que viajar en coche cama sea totalmente necesario.

La lista de viajeros incluía además de mi a Edgardo, Federico, Martín, Fernanda, Laura, Cecilia, Franco y Lucas.

El viernes 7 de noviembre, el mismo día que tenía que bailar en el escenario mayor de colectividades por la noche y que hacía un calor de morirse, me encontré con Laura y Cecilia en la terminal para comprar todos los pasajes. Previniendo que dada la cantidad de viajeros que éramos iba a ser algo caótico dictarle al empleado por la ventanilla todos los nombres con sus respectivos DNI, llevé la lista impresa y para hacer las cosas aún más completas y sencillas, también especifiqué el número de asiento para cada uno, cosa que pude hacer gracias a la página de internet que muestra los lugares disponibles y para ese entonces el colectivo estaba totalmente vacío. No iba a ser cosa que luego nos sentaran a todos mezclados y en cualquier lado. Pero como en este país la gente no suele agradecer cuando uno le facilita el trabajo, el empleado de Chevallier lejos de aliviarse de ver que tenía casi todo hecho, me empezó a cuestionar con preguntas como "¿Uds habían hecho una reserva?" "¿Y por qué ya están decididos los asientos para cada uno?" todo esto acompañado de una cara de sospecha como si yo fuera una traficante de esclavos. Y por último al ver que éramos tantos me aclaró "Mirá que esto sólo se abona en efectivo" a lo que respondí mostrando el rollo de dinero.

Una vez obtenidos los pasajes, procedí a repartirlos a sus respectivos dueños ya que no quería cargar con semejante responsabilidad.

A todo esto, y después de pasada la presentación en colectividades y viéndome liberada de las prácticas de taiko, pude dedicarme totalmente a la confección de los cosplays. Con Federico íbamos a ir de Bleach, el mío básicamente ya estaba hecho pero como soy una maníatica de los detalles, había decidido reemplazar las chaquetas de artes marciales por kimonos de verdad y en cuanto a Fede, bueno tenía que hacerle 4 kimonos. Todo para poder ir yo como Nanao Ise y él como Shunsui Kyouraku. La idea era poder participar de los concursos de cosplay que iba a haber los dos días y por supuesto divertirnos y sacarnos muchas fotos.

Obviamente que el tema de la confección fue una carrera casi contra el tiempo porque el tema de coser de kimonos era algo totalmente nuevo para mí y tuve que aprender a base de errores en tiempo record. Ya a lo último opté por las soluciones rápidas para salir del paso y dejar los detalles para después cuando estuviese más tranquila y contase con más tiempo.

Y así fue como el mismo viernes, un día antes de viajar yo todavía estaba cosiendo y de hecho llegó la noche y aún estaba acabando algunos detalles.

La noche del viernes fue curiosa. Laura y Cecilia me habían comentado que dada la hora en la que viajábamos (515 am) debido a la zona donde viven se les hacía imposible conseguir un taxi o un colectivo para llegar a la terminal. Entonces yo les propuse que se vinieran más temprano a casa y así nos íbamos juntas en un taxi. Y así hicimos, ellas llegaron a casa a eso de las 23, y charlamos hasta las 4 am que vino el remise que yo había reservado esa noche. Laura estaba que se dormía parada y yo ya estaba en estado zombie agudo. Como sería que cuando llegamos a la terminal le pagaba de menos al chofer pero sin darme cuenta XD.

Bueno en el próximo informo haré una reseña del viaje y de cuando llegamos al hostel.