viernes, febrero 02, 2007

Una vuelta de página...

Se acabó Enero, en realidad pasó volando, a diferencia de otros años que es el mes más eterno de todos. Creo que el clima ayudó bastante, no hizo el calor infernal que por ejemplo está haciendo ahora a dos días de iniciado Febrero.
El miércoles 31 no sólo terminó Enero, sino que se cerró otro capítulo de mi vida, obviamente no es el final del libro y la historia continúa de diferente forma pero continúa al fin.
Ed y yo terminamos después de haber estado saliendo por 5 meses y medio, seguimos como amigos, como lo éramos antes y como lo fuimos todo este tiempo. Eso permanece inalterable, pero lamentablemente tenemos visiones de la vida, del mundo y proyectos y objetivos muy diferentes. Estamos en una etapa y en una edad de nuestras vidas donde ciertos aspectos deben definirse sin demasiadas vueltas y preámbulos, y evidentemente los dos juntos tenemos tiempos diferentes para concretar esas definiciones. Es por eso que nuestra ruptura no fue algo de corte violento, en el sentido de una pelea o discusión donde las partes acaban por odiarse a muerte para siempre. Simplemente llegamos, o mejor dicho llegué a un punto de inflexión, donde uno se detiene a analizar la situación y debe tomar una decisión definitoria.
Para aquellos que me conocen bien, saben que soy una persona bastante cerrada. No hablo mucho de mí misma, de hecho a veces suelo ser un misterio en lo que a mi vida personal se refiere. Suelo construir muros invisibles a mi alrededor para protegerme del mundo exterior o de las situaciones que me molestan. Y cuando algo me incomoda y me cuesta manifestarlo de una manera más directa, opto por convertirme en un erizo y voy tomando distancia de aquello que me resulta molesto. Ultimamente, casi desde hace un mes a esta parte, admito haber tomado cierta distancia de Ed. No salíamos tanto como antes y mi comportamiento era bastante evasivo. Yo ya había analizado toda la situación y sabía que había una sola opción para resolverla. Si seguía, a la larga o a la corta íbamos a salir los dos lastimados. A su vez darle un final tampoco era fácil, requería de mucho valor, porque nunca es ameno terminar algo.
Toda esa situación me generó cierta angustia y a la vez ansiedad que por un par de días no me dejó dormir. Y como el miércoles íbamos a salir, me pareció que era el momento justo para definir todo.
Íbamos a ir al cine a ver "Lo que el agua se llevó". La idea era ir al Showcase, ya que con certeza la daban en idioma original con subtítulos y temprano porque estoy tratando de crearme el hábito de acostarme temprano para no estar tan cansada y aprovechar más el día.
La película empezaba a las 1840, Ed antes del cine tenía que ir a la casa de una señora amiga para ayudarle con la instalación del dvd player. Me dijo que iba a pasar por mí a las 1810 pero se hicieron las 1830 y todavía no había llegado, por lo que lo mensajeé para ver que pasaba. Al final llegó a las 1835 y obviamente no llegamos a tiempo para ver la película. Dimos unas vueltas por el shopping, yo aproveché y me compré las antiparras para natación y me fijé que novedades había en Yenny. Y de ahí decidimos ir a comer algo. Venimos para Pellegrini, que está lleno de bares y restaurants y decidimos comer en Torino, que está en Pellegrini y San Martin. La verdad allí se come muy bien por un precio muy módico. Charlamos un rato y después cuando fuimos al auto para ir hasta mi casa, inicié la conversación. La semana pasada, Ed también quería hablar de cuestiones personales, sobre todo porque había notado que no estábamos haciendo muchas cosas juntos. Y yo le planteé todo lo que había estado pensando y de que iba a ser mejor que quedásemos como amigos, porque veía que la cosa como novios no estaba funcionando y tampoco iba a funcionar a futuro. Él aceptó todo lo que le planteé y me dió la razón en todo, reconoció los errores y defectos que le marqué. Sinceramente espero que esa charla haya sido productiva y que mis consejos no caigan en saco roto. Después que terminamos de charlar, nos despedimos y yo ya estaba en casa, me sentí muy liviana como si me hubiese sacado un gran peso de encima, como que ese bolo de angustia y ansiedad de desvaneció por completo.
Ahora estoy pasando por un momento reflexivo. Estas situaciones generan un efecto similar al de un zumbido o un sacudón. Nos mueven por completo y como que despertamos hacia nuevas perspectivas. Todas las experiencias, ya sean positivas o negativas nos hacen madurar y nos abren los ojos acerca de la realidad que vivimos y construimos día a día.
Lo curioso es que hace poco menos de un año terminé mi amistad con un amigo de USA. De hecho todavía nos hablamos pero no es lo mismo que antes. Él fue el que dicidió finalizar nuestra amistad debido a que teníamos ideas diferentes y que mi carácter se había ido amargando con los años, según él. Si bien el motivo verdadero de la disputa fue que no le gustaron unas cuantas cosas que le dije en modo general a cerca de la visión reducida que tiene Estados Unidos con respecto al resto del mundo, muchas de las cosas que él dijo con respecto a mí me tocaron realmente. Por un momento, sentí el temor de realmente estar convirtiéndome un monstruo intratable, en una "Ice Queen" como él me difinió. Ese fue también un gran sacudón, me hizo reveer muchas cosas y replantearme otras. Y en el fondo creo que debo agradecerle, porque gracias a tuvimos esa pelea, logré muchos cambios a lo largo del 2006. Bien dice el refrán, que lo que no te mata, te hace más fuerte.
Yo me siento mucho más fuerte que hace un año. Siento que el Fénix se está apagando para renacer nuevamente...

2 comentarios:

Federico Aikawa dijo...

Realmente me puse muy triste con la decisión. Espero que esten bien los dos y sepan que los quiero mucho.

Un fuerte abrazo Carito!

Federico Aikawa dijo...

Tengo nuevo blog.

www.aikawa.com.ar

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