Hoy fue mi cuarta clase de natación y ya estoy dominando el pataleo y el braceo de manera más o menos sincronizada. Lamentablemente la semana pasada sólo pude ir una sola vez porque luego me indispuse. Pero el lunes pasado hice un gran avance, que fue (flota flota de por medio) poder hacer el pataleo pero yendo de espaldas. Es algo que me costaba y todavía me sigue costando un poco, porque no me gusta nada nadar de espalda. Me molesta la sensación de que el agua me vaya cubriendo, como que siento que no tengo control. Por ahí está vinculado al miedo que antaño le tenía al agua y ese todavía es un resavio. El hecho es que el lunes pasado, siendo recién mi tercer clase, pude superar en gran parte ese temor y si bien lo hice con ayuda de un flotador, logré patalear como corresponde y avanzar. Bueno, en la clase de hoy enfatizamos el tema del pataleo pero también coordinado con el braceo. La verdad que me cansaba mucho, porque al tener que hacer mayor esfuerzo, tenía que parar más seguido para tomar aire. Las clases anteriores también estuve usando las patas de rana, que son increíbles porque generan un impulso tremendo y uno avanza que parece que tuviera un motor en las patas XD.
Para mí, lograr aprender a nadar va más allá del deporte en sí. Implica una prueba de superación de muchas cosas que me han mantenido atada por mucho tiempo. Tuve que dejar de lado no sólo el temor al agua sino muchos malos hábitos, como la vagancia, la falta de voluntad y adquirir cierta responsabilidad y si se quiera madurez y compromiso. La frase del latín "Mens sana in corpore sano" es totalmente cierta. Cuando uno está practicando un deporte y más este donde el medio donde debe actuar requiere el uso de todo el cuerpo y también la atención debida, hacen que no sólo se ejercite el cuerpo sino la mente también.
Desde que comencé natación, contrario a la tonta idea que yo tenía, estoy con mucha más energía y concentración para todo. Como que rindo más en las demás actividades que llevo a cabo. Algunas personas cercanas a mí, han notado este cambio rápido en mi cara, dicen que tengo otra expresión que transmito otra energía diferente. Yo me siento magnífica, mejor que nunca. Me gustaría hacer algún otro deporte, nunca fuí muy amante del ejercicio físico pero tengo algunas frustraciones y cosas pendientes como el basket y alguna arte marcial. Ya veremos.
En otro orden de cosas pero vinculado también con otra actividad que realizo, el otro día en costura, Esther, mi profesora quedó admirada de como he evolucionado cosiendo. Y no es sólo en el hecho de que ahora sé como resolver problemas sola y puedo hacer moldes sin tanta guía, sino en como he dominado el máquina de coser. No sólo la mía sino también la del instituto que son bastantes diferentes. Comparamos las prendas, la falda tubo que hice al comienzo con el pantalón que estoy terminando ahora y se nota a leguas la diferencias de las costuras. Esta es otra meta que he alcanzado y que obviamente todavía me falta mucho por recorrer, pero ese reconocimiento por parte de mi profesora me dió muchos ánimos.
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